Ganglios inflamados abdomen niños
Paniculitis mesentérica
El linfoma no Hodgkin puede crecer en los ganglios linfáticos bajo la piel (a los lados del cuello, en la zona de las axilas, por encima de la clavícula o en la zona de la ingle). Los ganglios agrandados suelen verse o sentirse como bultos bajo la piel y no suelen ser dolorosos. Suelen ser detectados por primera vez por el niño, los padres o el personal sanitario.
El aumento de tamaño de los ganglios linfáticos en los niños se debe más a las infecciones que al LNH. Los ganglios linfáticos que crecen como reacción a una infección se denominan ganglios reactivos o hiperplásicos y suelen ser sensibles al tacto.
Cuando el linfoma comienza en el timo (un pequeño órgano situado en el centro del pecho) o en los ganglios linfáticos del pecho, puede presionar la tráquea cercana. Esto puede provocar tos, sibilancias, falta de aire y problemas para respirar.
La vena cava superior (VCS) es una gran vena que transporta la sangre desde la cabeza y los brazos hasta el corazón. Pasa junto al timo y los ganglios linfáticos del interior del pecho. Los linfomas en esta zona pueden presionar la VCS, lo que puede hacer que la sangre retroceda en las venas. Esto puede provocar hinchazón en la cara, el cuello, los brazos y la parte superior del pecho (a veces con un color de piel rojo azulado). También puede causar problemas para respirar, así como dolores de cabeza, mareos y un cambio de conciencia si afecta al cerebro. Esta afección, conocida como síndrome VCS, puede poner en peligro la vida, por lo que debe tratarse de inmediato.
Ganglios linfáticos mesentéricos
Los linfomas, tanto los no Hodgkin como los Hodgkin, son el tercer cáncer más frecuente en los niños. El linfoma no Hodgkin en niños (LNH) puede aparecer en cualquier momento de la vida, pero es más frecuente en los niños pequeños. El linfoma de Hodgkin es más frecuente en los adolescentes. No se conoce la causa del linfoma en los niños.
En el linfoma no Hodgkin, los primeros glóbulos blancos, llamados linfoblastos, crecen sin control y no maduran. Estas células, que constituyen el linfoma, aumentan en número, provocando la hinchazón o el agrandamiento de las glándulas u otras zonas del cuerpo donde suelen encontrarse. Por eso, un niño con linfoma puede tener los ganglios linfáticos o el abdomen hinchados.
Las células del linfoma también pueden estar presentes en el líquido cefalorraquídeo, que rodea el cerebro y la médula espinal. En los niños, las células del linfoma pueden esconderse en los testículos, haciéndolos hincharse. La enfermedad también puede afectar a la médula ósea, que es la parte blanda del centro de los huesos donde se fabrican las células sanguíneas.
Los primeros síntomas en su hijo pueden ser grandes ganglios inflamados en el cuello, el pecho, debajo de los brazos o en la ingle. La inflamación de los ganglios linfáticos del cuello y el pecho puede provocar tos, dificultad para respirar, sibilancias o hinchazón de la cara. Algunos niños pueden tener fiebre, piel pálida, sarpullidos o disminución del apetito.
Mesenteric adenitis nederlands
Los ganglios linfáticos abdominales se visualizan con frecuencia mediante ecografía en la población pediátrica. El término «linfadenitis mesentérica» se utiliza con frecuencia en la literatura radiológica para describir este hallazgo, mientras que en la literatura pediátrica, este término se reserva para la inflamación específica de los ganglios linfáticos. El objetivo de este estudio fue comparar mediante ecografía la incidencia de aparición de ganglios linfáticos abdominales aumentados de tamaño (NGA) en niños sanos en comparación con la de niños con dolor abdominal de diversas causas.
En 200 pacientes remitidos a la ecografía abdominal por diversas indicaciones, se registró la presencia de NEAE, su localización y su tamaño. Los pacientes se dividieron en 3 grupos: los que tenían dolor abdominal debido a una afección abdominal aguda (grupo 1), los que tenían dolor abdominal sin una afección abdominal aguda (grupo 2) y los pacientes asintomáticos (grupo 3).
Se detectó un aumento de tamaño de los ganglios linfáticos abdominales superior a 5 mm en el 83,3% de los pacientes del grupo 1, el 73,8% de los del grupo 2 y el 64% de los del grupo 3. Se encontró una diferencia estadística significativa entre los pacientes con dolor abdominal y los niños asintomáticos sólo para los ganglios linfáticos de 10 mm o más (P = 0,0117). No se observó ninguna diferencia estadísticamente significativa en la presencia de grupos de ganglios linfáticos entre los pacientes con dolor abdominal y los niños asintomáticos. Hubo una tendencia a aumentar la presencia de NEAE con la edad, alcanzando un máximo a los 10 años, con una disminución posterior.
Linfadenitis mesentérica
La linfadenitis es una enfermedad en la que se inflaman los ganglios linfáticos. Cuando la afección afecta a los ganglios linfáticos de la membrana que conecta el intestino con la pared abdominal (mesenterio), se denomina linfadenitis mesentérica.
Esta dolorosa afección puede parecerse a una apendicitis o a una afección en la que una parte del intestino se desliza hacia otra parte del intestino (intususcepción). A diferencia de la apendicitis o la intususcepción, la linfadenitis mesentérica rara vez es grave y suele desaparecer por sí sola.Productos y serviciosMostrar más productos de Mayo Clinic
CausasLa causa más común de la linfadenitis mesentérica es una infección vírica, como la gastroenteritis, a menudo llamada gripe estomacal. Esta infección provoca la inflamación de los ganglios linfáticos en el fino tejido que une el intestino a la parte posterior de la pared abdominal (mesenterio).